La Vida En Medio Del Mar
Bitácora de la expedición 385
Es un día soleado y tranquilo en la Cuenca de Guaymas. Creo que nunca había vivido un octubre tan cálido en pleno otoño. Es increíble lo rápido que se pasan las horas, los días y las semanas trabajando en el buque JR (JOIDES Resolution). Recuerdo que hace solo unos cuantos meses me preparaba para el viaje y me preguntaba cómo sería la vida a bordo de un barco por dos meses explorando uno de los lugares más recónditos de nuestro planeta.
Los nervios del inicio de la expedición desaparecieron en cuanto vi el JR por primera vez anclado en el puerto de San Diego. ¡Es un barco gigantesco! Mide 143 metros de largo y en medio se levanta una torre de perforación de 45 metros de altura. Verlo por la noche con todas sus luces en esplendor reflejadas en el mar es una de las imágenes que recordaré por siempre. En este crucero oceanográfico, de entre los siete pisos que contiene, se encuentran varios laboratorios de investigación —todos ellos enfocados a estudiar diferentes propiedades físicas, químicas, geológicas y biológicas del fondo marino—. En esta ocasión nos tocó navegar hacia el Golfo de California para perforar y recuperar núcleos de los sedimentos que cubren el fondo marino.
La vida en medio del mar es fascinante y aunque te exige apegarte a una rutina muy específica de trabajo, todos los días son una aventura nueva para mí. Desde despertar y ver los colores del amanecer, las olas del mar, los animales nadando o volando a nuestro alrededor, hasta descubrir las diferentes texturas, colores y olores de los sedimentos marinos. El tiempo en el barco se me ha ido entre seminarios de investigación, entrenamiento técnico y discusiones científicas dentro de este gran laboratorio flotante. Me encanta decir que tenemos ciencia las 24 horas del día.
A veces estamos tan inmersos en nuestro trabajo que no sentimos el vaivén de las olas del mar abierto, pero es muy curioso cómo las podemos ver en nuestras mediciones en el laboratorio; por ejemplo, en la pantalla de la balanza analítica puedes ver cómo se dibujan ondas de diferentes tamaños mientras se registra el peso de nuestras muestras de sedimentos. Claro, también la estabilidad que tenemos se debe en gran parte a la perfecta combinación entre la infraestructura del JR y las aguas calmadas del Golfo de California… pero nos estamos moviendo.
A las seis de la tarde, cuando termina mi turno de 12 horas de trabajo, siempre me gusta salir a ver los colores del atardecer y cómo se oculta el sol detrás de las montañas lejanas a nosotros para darle paso a las estrellas. Las últimas horas de mi día las dedico a mi mí misma, para descansar. Es una buena oportunidad para visitar las áreas recreativas del JR como la salita de cine para ver una película o también aprovecho el tiempo para hacer una videollamada con mi familia.
Pienso que regresaré a casa con una de las mejores experiencias de toda mi vida.
Nos vamos acercando a la mitad de nuestra expedición y no puedo estar más feliz y emocionada por todo lo que viene, nuestros próximos descubrimientos en medio del mar y nuestro viaje por las aguas de la Cuenca de Guaymas a bordo del JR. Pienso que regresaré a casa con una de las mejores experiencias de toda mi vida.